Imagen tomada de casa de la mujer. www.zaragoza.es/mujer |
Los
factores de riesgo, en general, son notas (individuales, familiares, escolares,
laborales, sociales o culturales) cuya presencia incrementa la probabilidad de
que se produzca un fenómeno determinado.
1. Factores de riesgo
Según el informe del Centro Reina Sofía 2010 sobre violencia de Género podemos citar los siguientes:
1.1 Socioculturales
Víctima
- Carencia de apoyo social
- Poco apoyo institucional
Maltratador
- Cultura patriarcal que fomente desigualdad de sexos, considerando la mujer subordinada al hombre.
- Presencia de instituciones educativas que reproduzcan el modelo de poder vertical, autoritario, sexista.
- Existencia de instituciones o ambiente social que justifique el comportamiento violento
1.2 Familiares
- Autoritarismo en las interacciones con estructura vertical en la que el hombre ostente poder sobre su pareja.
Víctima
- No hay unos factores característicos de las víctimas, aunque la dependencia económica o emocional, la visión excesivamente romántica de las relaciones puede contribuir al mantenimiento de la violencia.
- Los indicados por La Escuela Andaluza de Salud Pública (entre otras instituciones que desarrollan programas y estudios en materia de violencia de género), son:
- Sufrir abusos en la infancia o presenciar violencia paterna dan lugar a adultos violentos.
- El abuso sexual en la niñez da lugar a agresores sexuales en la vida adulta.
Maltratador
- Interiorización del modelo masculino rígido y estereotipado. Algunas conductas de la mujer pueden ser una amenaza para él, por ello muchas agresiones se producen cuando la mujer intenta abandonar la relación.
- Socialización autoritaria o hiperprotectora que les lleva a adscribir la responsabilidad de sus actos a terceros (locus de control externo).
- Presencia de psicología relacionada con la socialización sexista recibida: misoginia, inseguridad o baja autoestima impulsividad, falta de control, posesividad o hipercontrol con tendencia a controlar compulsivamente a su pareja en todos los aspectos.
- Abuso de sustancias tóxicas.
- Visión en exceso de violencia real o filmada.
Según el Programa Terapéutico para agresores familiares de del Instituto de Medicina Legal de Navarra:“Obtener un perfil psicopatológico de los agresores es complicado, pero si se puede establecer una serie de variables de riesgo más o menos comunes asociadas al maltratador doméstico" (Rodríguez de Armenta, 2007, 2008).
- Escaso autocontrol (ira/hostilidad, frustración)
- Conductas celotípicas hacia su pareja (necesidad de control y dominación en la relación afectiva).
- Dificultad para expresar e identificar los afectos (analfabetismo emocional).
- Deficiencias en habilidades comunicativas (escasa empatía y asertividad).
- Deficiencias en resolución de problemas (consecución de objetivos utilizando la violencia).
- Distorsiones cognitivas sobre el uso de la violencia y roles sexuales.
- Irritabilidad extrema.
- Labilidad emocional (respuestas emocionales inapropiadas)
- Mecanismos de defensa (negación de la conducta violencia, minimización, atribuciones externas).
2. Factores de protección
Los factores de protección son las circunstancias, variables y condiciones personales, familiares y/o sociales que reducen la probabilidad de que una persona o familia genere disfunción, aún estando sometida a riesgos. (Rodríguez, C., 2013).
Se refiere a los aspectos positivos con los que se cuenta o que se pueden potenciar. Por ejemplo, la Escuela Andaluza de Salud, cita los siguientes en base a los estudios de Alberdi I. y Matías N. (2002):
El modelo ecosistémico de intervención familiar, que es el más extendido hoy en día en la intervención en familias, es fruto de la síntesis entre la Teoría Ecológica de Bronfenbrenner (1987) y la Teoría Sistémica basada en la Teoría General de Sistemas de Bertalanffy (1968). El modelo ecosistémico parte de la base de que el individuo influye en la familia como la familia influye en el individuo y el entorno, influye en la familia como la familia influye en el entorno.
Basándonos en este modelo, frente al abordaje epidemiológico clásico de “factores de riesgo” centrados en el agresor o en la víctima y desde la visión de la epidemiología social, se han propuesto modelos más complejos que los factores individuales por separado.
En este sentido multifactorial, la Escuela Andaluza de Salud, siguiendo a Heise (1999) propone “un marco ecológico integrado” para el estudio y el conocimiento de la violencia contra la mujer y lo representa en el siguiente gráfico.
Los factores de protección son las circunstancias, variables y condiciones personales, familiares y/o sociales que reducen la probabilidad de que una persona o familia genere disfunción, aún estando sometida a riesgos. (Rodríguez, C., 2013).
Se refiere a los aspectos positivos con los que se cuenta o que se pueden potenciar. Por ejemplo, la Escuela Andaluza de Salud, cita los siguientes en base a los estudios de Alberdi I. y Matías N. (2002):
- Cuando la mujer tiene autoridad y poder fuera de la familia, el maltrato es infrecuente.
- Disminuye la violencia de forma importante cuando se produce una rápida intervención de otros miembros de la familia.
El modelo ecosistémico de intervención familiar, que es el más extendido hoy en día en la intervención en familias, es fruto de la síntesis entre la Teoría Ecológica de Bronfenbrenner (1987) y la Teoría Sistémica basada en la Teoría General de Sistemas de Bertalanffy (1968). El modelo ecosistémico parte de la base de que el individuo influye en la familia como la familia influye en el individuo y el entorno, influye en la familia como la familia influye en el entorno.
Basándonos en este modelo, frente al abordaje epidemiológico clásico de “factores de riesgo” centrados en el agresor o en la víctima y desde la visión de la epidemiología social, se han propuesto modelos más complejos que los factores individuales por separado.
En este sentido multifactorial, la Escuela Andaluza de Salud, siguiendo a Heise (1999) propone “un marco ecológico integrado” para el estudio y el conocimiento de la violencia contra la mujer y lo representa en el siguiente gráfico.
Como podemos observar, en el marco anterior, existen 4 ámbitos de intervención: individual, familiar, comunitario y sociocultural. Ya que no existe un solo factor causal de la violencia de género, sino es una interacción de factores que llevan a la mujer a que pueda ser proclive o no frente a ella.
La sociedad, y por ende, la familia, mantiene conductas sexistas aprendidas por enculturación y socialización. Este tipo de conductas son reproducidas por los hijos, ya que no nos planteamos que no sean apropiadas o naturales. Son fundamentales los roles ejercidos por el padre o madre dentro de la familia en la educación contra la violencia de género.
Actualmente la sociedad española continúa teniendo ideas equivocadas sobre lo que es el amor de pareja y los malos tratos, y se siguen ofreciendo modelos referentes erróneos a través de películas, publicidad, cuentos infantiles, revistas juveniles, canciones, etc..
Por ello la violencia de género es algo que nos afecta a la sociedad en su conjunto. Por ello, la intervención no debe quedarse sólo dedicada a tratar a las víctimas, ya que el proceso de intervención debería ser completo y desde todos los ángulos sociales y familiares. Como bien reconocía la OMS (2002, p. 4) en su informe del año 2002, “en términos generales, la respuesta del sector de la salud a la violencia es fundamentalmente reactiva y terapéutica. Se tiende a fragmentarla en áreas de interés y de competencia especiales, por lo que es frecuente pasar por alto tanto la perspectiva general como las relaciones entre las distintas formas de violencia. No obstante, la violencia es un fenómeno complejo que hay que abordar de forma integral y holística”. Y como tal fenómeno, tanto las conductas violentas como las consecuencias deberían ser evitables desde la prevención.
En nuestro próximo artículo sobre la visión multifactorial que debería utilizarse en la intervención de los casos de violencia de género, abordaremos un ejemplo práctico basado en una conocida película.
BRONFENBRENNER (1986). Ecologyof the family as a context for human development: research perspectives.
ALBERDI I. Y MATAS N. (2002) La violencia doméstica. Informe sobre los malos tratos a mujeres en España. Colección de estudios sociales nº 10. Barcelona: Fundación La Caixa.
CENTRO REINA SOFÍA. Informe 2010 sobre violencia de Género. Fecha de consulta: 1/06/2013HEISE L, ELLSBERG M, GOTTEMOELLER M. (1999). Ending violence against women.
Population Reports, series L, nº 11. Baltimore: Johns Hopkins University School of Public Health.
OMS (2002). Informe mundial sobre la violencia y la salud. Washington, DC: OPS. Fecha de consulta 13-03-2013
RODRÍGUEZ DE ARMENTA, M.J., (2009) Procedimiento de Intervención en los Programas de Terapia Individual y de Grupo con Agresores en el Ámbito Familiar. Pamplona: Instituto Navarro de Medicina Legal. Fecha de consulta 16/03/2013
RODRIGUEZ PERALTA, C. (2013). Intervención educativa para la integración social de personas en riesgo de exclusión social. Sevilla: Universidad Pablo de Olavide.
RUIZ PEREZ, I. MODULO 3. Violencia contra la mujer y salud. Programa de formación de formadores y formadoras en Perspectiva de Género en Salud. Escuela Andaluza de Salud Pública. Fecha de consulta 01-03-2013
VON BERTALANFFY, L. (1969) General System Theory. New York: George Braziller, Inc.
VIOLENCIA DE GÉNERO: VISIONES SOBRE FACTORES DE RIESGO Y FACTORES DE PROTECCIÓN DE LA VÍCTIMA Y EL PERPRETADOR by Susana Menéndez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
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